Abriendo puertas con lectores de huellas utilizando una triste fotocopia

Hay un antiguo adagio en el mundo de la seguridad que reza "cualquier cerradura puede ser abierta" (o no, nos lo acabamos de inventar). Pero el caso es que en la era digital que nos ha tocado vivir, las puertas con escáneres dactilares no se dejan forzar tan bien como las de llave. Afortunadamente para ladrones y criminales varios, las no siempre equilibradas mentes que hay detrás de Cazadores de Mitos (motivo principal por el que todo lector de Engadget debería suscribirse a Discovery Channel) han descubierto que resulta extremadamente fácil engañar a las cerraduras con lectores de huellas utilizando materiales verdaderamente básicos.

¿Y cómo lo han hecho?

Gordon Freeman Adam Savage solo ha necesitado la copia en látex de la huella dactilar de alguien con permiso de acceso para abrir como si nada una puerta supuestamente a prueba de artimañas (el gel balístico también funciona). Pero eso no es lo mejor, lo grave es que ¡una simple fotocopia! puede servir para desbloquear una cerradura con escáner dactilar. Pasas la huella de alguien por la máquina, la mojas con un poco de saliva y pum, ya estás dentro.

Está claro; si lo que quieres es protección para tu casa lo mejor es un Aibo asesino.[Via]